
Una clase de cocina en el puerto viejo de Marsella, una recogida de aceitunas en la región de Nyons o una visita a un viñedo del Luberon con una copa en la mano... Éstas son sólo algunas de las experiencias que se ofrecen. Una invitación a abrir de par en par las puertas de un terruño rico, riguroso y lleno de sorpresas.